El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar!





El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar!

¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad?

¿Por qué me desenterraste del mar?

En sueños, la marejada me tira del corazón. Se lo quisiera llevar.

Padre, ¿por qué me trajiste acá?

Rafael Alberti, Marinero en tierra (1924).

No comments:

Post a Comment